DÍA 2 – KINLOCHLEVEN – GLEN NEVIS – BANARIE – FERRY A LA ISLA DE SKYE – CARBOAST
Hoy toca viaje de carretera largo, hasta la Isla de Skye, donde vamos a pernoctar un par de noches, así que salimos temprano.

La primera parada la hacemos cerca de Fort Williams, en la zona de Glen Nevis, donde optamos por hacer un poco de senderismo por la montaña. Hay muchas rutas que se pueden hacer por la zona. Nosotros nos decidimos por una cortita que sale del parking y lleva hasta un valle maravilloso con unas cascadas al fondo: Steal Falls and the Nevis Gorge.

Aunque el camino es sencillo, no está exento de peligro, ya que el sendero es estrecho y en algunas zonas hay una buena caída. Pero los peques van con seguridad y prudencia y no tenemos percance ninguno. El paisaje es excepcional y hace tan buen día que los niños se bañan en un riachuelo que cruza el valle. Para ellos es toda una aventura.

Terminada la excursión, continuamos la ruta hasta Banavie, localidad conocida por sus esclusas en “escalera” del canal de Caledonian: la Escalera de Neptuno. Buscamos donde comer, y terminamos en un pub, The Lochy, donde comemos bien, pero eso: comida de pub. No hay mucha variedad.

Después de comer ya nos dirigimos directamente a Malleig, de donde sale el Ferry hasta Armadale, en la Isla de Sky. Es recomendable comprar los pasajes del ferry con antelación, sobre todo en temporada alta, ya que no son barcos muy grandes y se llenan en seguida. Nosotros teníamos nuestros pasajes comprados con furgoneta incluida y no tuvimos problema.

El trayecto, de alrededor de una hora, es muy bonito. Salimos de los fiordos y enseguida divisamos la costa de Skye. En el horizonte se confunden las costas de unas islas con otras, con lomas verdes que parecen sacadas de una postal. Nos llama la atención la cantidad de medusas que hay en el agua (no sabemos si es algo habitual o se puede deber al calor que está haciendo estos días…).

Una vez en tierra, seguimos ruta ya que aún nos falta un trecho para llegar a nuestro destino de hoy. Hacemos una parada en Bradfore para comprar en el supermercado y ya seguimos del tirón hasta Carboast.

Nos costó mucho encontrar alojamiento en Skye ya que, o estaba todo completo o el precio era prohibitivo, y acabamos encontrando habitación (para seis) en un hostel: The Old Inn. No tenía yo muy claro lo que nos íbamos a encontrar, y resultó ser un acierto total. The Old Inn es un complejo de dos edificios: en uno está el pub y en el otro el albergue. Limpio, amplio y con una cocina común fantástica, muy bien equipada, con varios puestos para cocinar y largas mesas comunales. Todo ello, con grandez ventanales, a la orilla del fiordo.

Ah, y no se me olvide, un parque infantil al otro lado de la carretera (muy poco transitada) ideal para que los peques jueguen. Vamos a estar muy a gusto aquí.