Día 8: Tblisi y regreso
Amanece lloviendo. No nos vamos a quejar porque nos ha hecho un tiempo maravilloso durante todo el viaje. Por un momento parece que nuestra última mañana en Georgia se va a echar a perder. Pero no será así: nos pertrechamos como mejor podemos, y a la calle.

En el metro nos acercamos a la zona de Marjanishuili para hacer una visita a Fabrika, un albergue/centro de arte urbano/meeting point «cool» que nos han recomendado que visitemos. Al salir del metro, nos encontramos con una Tblisi diferente a la que habíamos visto: menos turística, más de barrio, con muchísima vida callejera a pesar del aguacero (incontable el número de pastelerías que hay), y nos encanta. Y nos deja con ganas de más.

Fabrika, como su propio nombre hace intuir, es una antigua fábrica textil, reconvertida. Su exterior está todo graffiteado con mucho arte y su interior es lo más hipster que te puedas imaginar, con sus sofás, sus libros de arte, su máquina recreativa antigua con el clásico comecocos…

Tiene un patio interior lleno de terracitas (hoy vacías por la climatología), cafeterías, restaurantes y tienditas apetecibles. En una de las cafeterías nos tomamos un café y un brownie (riquísimo).
El tiempo se agota y toca ya volver por el equipaje para emprender camino al aeropuerto, donde cogeremos el vuelo de vuelta a casa. Nos quedamos con ganas de explorar más a fondo esta ciudad que nos ha enamorado.