A media hora de Córdoba, en la carretera hacia Palma del Río (A-431), encontramos un fascinante castillo, perfecto para visitar con los pequeños de la casa: el Castillo de Almodóvar, en Almodóvar del Río.
La construcción del castillo, de origen árabe, se remonta al año 740, y entre sus muros han tenido lugar tanto importantes hechos históricos como bellas leyendas. En 1901 el XII Conde de Torralba, heredero del condado de Torralba, se embarcó en la labor de restaurar los restos del castillo, junto con el arquitecto Adolfo Fernández Casanova, hasta convertirlo en lo que podemos ver hoy: una impresionante fortaleza coronando una loma sobre el Guadalquivir. Su visita nos trasporta directamente a la Edad Media y nos permite imaginar cómo podía ser la vida en el castillo en sus años de esplendor.
Nota para los amantes de las series de TV: el Castillo de Almodóvar ha sido escenario de Juego de Tronos – el hogar de la Casa Tyrell: Altojardín o Highgarden. Incluso hay algunas muestras del vestuario de la serie. Si haces la visita al castillo este detalle no va a pasar desapercibido, no.
A los pies de la loma hay un gran aparcamiento gratuito, pero si llegas temprano puedes subir en coche hasta prácticamente la entrada del castillo y aparcar allí. La visita al castillo la puedes hacer por libre o bien sumándote a una visita teatralizada. Nosotros a día de hoy seguimos optando por las visitas por libre, que nos dan más libertad para movernos con los niños según sus necesidades, sin tener que seguir el itinerario marcado en un tiempo concreto. Estoy convencida de que merece la pena unirse a una visita guiada, ya que sin duda son mucho más didácticas, pero ya llegaremos a esa fase cuando nuestros peques crezcan un poco más.
En la vista por libre podrás rodear el castillo desde sus murallas, pasear por el foso (reconvertido en una pequeño jardín botánico), subir a las torres y descubrir sus estancias, siguiendo un plano informativo que te entregan al comprar la entrada al recinto.
Los precios de las entradas por libres oscilan entre los 5€ (niños de 4 a 13 años) y los 9€ (adultos). El precio de la visita guiada (teatralizada) oscila entre los 12 y los 14€. TE harán falta entre una y dos horas para disfrutar del castillo, subir a todas sus torres, admirar las maravillosas vistas e incluso intentar sacar a la famosa Excalibur de la piedra que la retiene (sólo podrás si eres el auténtico rey). No me preguntéis por qué encontramos a Excalibur aquí, pero os puedo asegurar que es de las cosas que más han gustado a los peques.
Y para terminar la visita, y si es la hora de comer, se puede hacer una parada, a los pies de la colina, en el Restaurante El Campero. Comida tradicional, con recetas y materias primas de la tierra; aceptable sin más, con buena relación calidad/precio. Lo mejor: las magníficas vistas del castillo.